"Por ejemplo, los profesionales de la generación Y, casi siempre, llegan a un mercado laboral manejado por la generación X y generaciones anteriores, que llevan varios años en el negocio y no han tenido muchos cambios laborales, por esto deben enfrentarse a la mentalidad de cumplimiento de normas puntuales y a una cultura organizacional orientada a resultados”, dice Beltrán Benjumea, director de Page Group Colombia.
El experto agrega que la generación Y llega a compañías donde generalmente la tecnología no es tan avanzada como quisiera y debe tener paciencia, sobre todo si se trata de una persona que debe tomar decisiones con procesos jerárquicos que normalmente no son tan rápidos.
Según Benjumea, la generación Y (personas entre 24 y 32 años de edad) está muy preparada académicamente, y aunque no cuenta con mucha experiencia laboral tiene más facilidades de innovación y de resolución de problemas, por lo que puede ser líder excepcional y lo está siendo actualmente en las organizaciones.
“Se evidencia una preferencia a la hora de reclutar este tipo de profesionales en compañías digitales, de consumo, del sector retail, consultoras estratégicas y empresas de servicios”, añade el director de Page Group.
En cambio, el mayor defecto en la generación Z, a pesar de tener muchas habilidades, es la falta de comunicación y su escasa interacción social debido al alto uso de las tecnologías que ha provocado la pérdida de la sensibilidad, de tener conversaciones fuera del canal digital con las personas que la rodean, causando fracturas en la comunicación, sobre todo con la generación X (Mayores de 32 años).
“El diálogo entre generación Y y Z es fluido, ya que tienen una estructura mental similar basada en la tecnología, sin embargo, la generación Y todavía es muy exigente y orientada a los resultados, mientras que la Z está más enfocada en el reconocimiento”, dice.
Recomendaciones para manejar esta brecha
Benjumea recomienda tener en cuenta los siguientes puntos:
• Conocer las características y motores que influencian a cada generación.
• Desarrollar una comunicación constante.
• Interpretar las necesidades de cada generación.
• Ser flexible (cambio de mentalidad de generaciones anteriores) y orientación a resultados (no a horarios o tiempos de trabajo).
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