Cuando se trata de instalar una oficina en casa se deben tener en cuenta algunos aspectos para que quien va a trabajar en ella no arriesgue su salud.
El primer paso es cerciorarse de que los jefes conocen los riesgos potenciales que corren quienes trabajan en el hogar.
Es necesario que comprendan que estas personas deben actuar por resultados y no por expectativas, y deben poseer -además - buenas dotes de comunicación para ofrecer información clara y oportuna.Conocer sobre seguridad, ergonomía, gestión del tiempo y dotes de comunicación, es indispensable para el teletrabajador a la hora de iniciar su labor.
Evalúe todo
Antes de comenzar será necesario hacer una prueba tanto del lugar de trabajo como del individuo.
La adecuación del hogar es una cuestión muy delicada: debe existir un equilibrio entre la protección de la empresa y del individuo, por un lado, y la invasión de la intimidad de las personas, por el otro.Es esencial examinar el lugar de trabajo propuesto para que el personal aprecie cuáles son las necesidades reales y en qué medida puede ser intrusiva una estación de trabajo. La evaluación tendría que incluir una asignación de espacio (unaestación de trabajo ergonómicamente saludable exige una cantidad considerable de espacio). Si esta zona va a estar en el primer piso o más arriba, debe prestarse atención a la resistencia del suelo. También debería evaluarse el suministro eléctrico, así como la adecuación de las vías de escape en caso de incendio.
Enfrentar los problemas
Antes de llevar a cabo el análisis es oportuno que exista una política de empresa sobre el modo de hacer frente a los problemas.
Este análisis debe responder interrogantes como ¿va a pagar la empresa una nueva instalación eléctrica de la casa? ¿Quién correrá con los gastos por consumos adicionales de energía eléctrica y suministros?
En relación con el teletrabajo existen dos aspectos: la adaptación de la persona al trabajo y la de éste a la persona. l aislamiento puede convertirse también en un problema. Para combatirlo, habría que exigir al teletrabajador su presencia periódica en la oficina. El peligro es que, si no están involucrados en los asuntos periódicos de la oficina, los
teletrabajadores pueden sentirse no sólo aislados sino también desfavorecidos. Necesitan tener un panorama amplio y conocer la marcha
de las cosas, del mismo modo que el empleado tradicional. Es probable que el número de teletrabajadores vaya en aumento y es importante no descuidar los requisitos de salud y seguridad que les atañen.
Adaptado de Revista Janus - Comisión Europea.
Fuente*/ Diario El Tiempo
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