Entidades gubernamentales, organismos sin ánimo de lucro, cajas de compensación familiar e instituciones financieras te ofrecen el soporte económico para seguir estudiando.
Generalmente, la capacidad de pago, el tipo y duración del estudio a realizar, la situación laboral del aspirante e incluso el rendimiento académico son factores que marcan el camino a seguir.
En este especial, elempleo.com y elempleoeducacion te brindan una guía básica de orientación que te ayudará a escoger la alternativa más apropiada, según tu perfil profesional y económico.
Recomendaciones generales
Realizar un doctorado, una maestría, una especialización o un programa de educación no formal requiere cierta inversión de tiempo y recursos financieros.
En este sentido es clave analizar, con suficiente anticipación, qué alternativa se va a elegir para responder económicamente por esta clase de estudios.
Regularmente se evalúan con calma y cabeza fría el pensum, la universidad, el perfil de los egresados, la trayectoria de los docentes y otros factores académicos. Estudiar a fondo estas variables es el inicio del proceso.
Después se pasa a la etapa de admisión. Algunas instituciones realizan pruebas de rutina, entrevistas personales o exámenes específicos para comprobar el conocimiento de los aspirantes. Una vez se tiene la carta de aceptación, surge la pregunta de cómo se va a pagar.
Sin embargo, además del valor de la matrícula, se debe preguntar por las opciones de financiación, la existencia de becas y las condiciones generales de pago.
Recuerda que esta información le servirá para determinar cuál alternativa se adecua mejor a tus ingresos y posibilidades de crédito.
Posibilidades
A grandes rasgos, las tres vías para costear un programa de capacitación son:
1. Recursos propios
En esta categoría se pueden incluir fuentes económicas derivadas de ahorros personales, títulos de capitalización, fondos familiares y Certificados de Depósito a Término (CDT), entre otros.
Sin embargo, para el pago de conceptos educativos, también se suelen utilizar las cesantías. Recuerda que si devengas un salario no integral, tienes derecho a esta prestación social.
Concretamente, las cesantías corresponden a un mes de salario por cada año trabajado. Ten en cuenta que, por ley, estos recursos solo se deben destinar para remodelación o pago de vivienda nueva o usada y para costear programas educativos.
En este sentido son una alternativa viable a la hora de pensar en pagar su proyecto de capacitación.
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