El calor de hogar, los momentos familiares, las reuniones con los amigos y comodidades caseras como dormir hasta tarde, desayunar en la alcoba y, en general, todas las ventajas del ?hotel mamá?, son beneficios que se tienen en el país natal. Afuera, la situación es a otro precio. Responsabilidad, disciplina, compromiso y madurez se convierten un estilo de vida.
En otras palabras, cuando se decide vivir solo en el exterior, generalmente hay que comer lo necesario, trabajar mucho y estudiar hasta que cuerpo y mente lo resistan.
Por ejemplo, las personas que laboran en un sinnúmero de oficios para solventar sus gastos de manutención, luchan diariamente por ganar todos los ?tips? o propinas que sea posible. No obstante, si no se conoce a cabalidad el idioma del lugar, se tiene que practicar hasta el cansancio para hacerse entender. La persistencia también es clave.
Cuando se trata de estudios universitarios o posgrados, la fluidez, construcción gramatical y vocabulario tienen que ser de un nivel superior y, en la mayoría de los centros educativos del mundo, se exige certificaciones que demuestren estas aptitudes, antes de la matrícula.
De cualquier forma, quienes han vivido una experiencia en el exterior aseguran que son mayores las ganancias que los pesares, no solo económica sino profesional y personalmente.
Juan Mantilla, estudiante de economía de la Universidad del Rosario, cuenta que después de dos meses y medio en el estado de Texas(Estados Unidos), logró traer al país más de 3 mil dólares, con los cuales ha podido pagar sus estudios y, con el excedente, costearse algunos gastos personales.
?Honestamente, no es fácil adaptarse a ese ritmo de trabajo que llevan los ?gringos?, pero uno termina acostumbrándose a ese tipo de vida en el que reina el consumismo y el trabajo duro?, puntualiza.
Por su parte, Gonzalo Piñeros, estudiante de comunicación social de la Universidad de La Sabana, considera que los cinco meses que estuvo en Estados Unidos no fueron tiempo perdido.
?Al contrario gané experiencia, dinero y crecí personalmente. Muchas veces me sentí como un extraño, pero fue importante porque conocí otra cultura y otro modo de pensar?.
Opciones en el exterior
Nelson Cuevas, subdirector operativo de Trotamundos, agencia de intercambio estudiantil, afirma que la mayor preocupación de los estudiantes, antes de tomar la decisión de viajar, es que se van a atrasar en sus estudios.
Sin embargo, esta realidad es ineludible si se va a aprender o perfeccionar un idioma. Al tratarse de semestres universitarios en el exterior o programas de doble titulación, el tiempo invertido será válido académicamente, si se realizaron los trámites pertinentes.
Cuevas también asegura que los jóvenes que se deciden no se atrasan en su proyecto de vida porque van a ganar en formación.
?Tener en la hoja de vida una experiencia como haber trabajado en Estados Unidos durante cuatro meses es algo muy favorable en el mercado laboral colombiano?, concluye.
Puntualmente, si los oficios desempeñados en el extranjero están directamente relacionados con la capacitación que la persona ha tomado, la relevancia profesional de esa experiencia en otros países es clave al aplicar a cualquier cargo afín.
Con respecto el tema, Adriana Rocha, asistente de dirección de Estudios en el exterior, asevera que los viajes a Inglaterra y Australia son los preferidos por los estudiantes, porque son destinos en los que legalmente se permite a los extranjeros trabajar.
Por su experiencia, Rocha conoce casos donde los jóvenes viajeros han llegado in...
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