Alguna vez alguien dijo que ese "es un pensamiento muy romántico. En el trabajo pagan para estar ocupado todo el día; no hay tiempo de pensar en el crecimiento personal y tampoco en los que nos rodean. Lo que realmente importa son los resultados para que el accionista tenga mayor rentabilidad".
Si bien es cierto que la misión principal de cualquier colaborador es obtener resultados y agregar valor en sus actividades cotidianas, esta situación no debe impedir que usted alcance sus metas, disfrute lo que hace y comparta con con quienes labora.
Agregue actitud positiva al concepto y, así, estará más cerca de lo que significa ese 'empleo ideal' para usted. Sin embargo, cómo saber exactamente cuál es el trabajo soñado y cómo conseguirlo.
Algunas pautas iniciales
Primero hay que definir cuál es su posicionamiento laboral, es decir qué puede brindarle al mercado laboral y por qué lo deben contratar. La respuesta a estas preguntas encierran el conjunto de destrezas, competencias, calificaciones y experiencias que tiene usted para ofrecerle a un empleador. Así puede determinar lo que puede hacer profesionalmente.
Un segundo componente es el gusto por ese trabajo, que lo disfrute y perciba que es gratificante lograr resultados. Esto significa que realmente usted realizará las funciones.
Y el tercer aspecto, no menos importante, es que lo haga en una organización en la cual sienta que comparte sus valores y no solo tenga un trabajo. El ideal es una empresa en la que pueda ejercer alguna influencia a través de sus acciones y que lo motive a contribuir tanto al crecimiento corporativo como a su propio desarrollo profesional. De esta forma usted encajará en ese cargo.
En donde se entrelazan los tres elementos están sus preferencias de trabajo ideales. Revisar su recorrido laboral, y determinar tanto los factores que lo han motivado y le han brindado satisfacción como aquellos que no le agradaron, serán complementos para identificar en qué sector, tipo de empresa y posiciones puede ser más exitoso.
Esta evaluación quizá parezca simple, pero no lo es tanto. Aspectos como ubicación de la oficina, rutina, viajes, sueldo, beneficios adicionales, estatus, valores y cultura organizacional, manejo de personas, contacto con clientes, estilo gerencial y un sinnúmero de elementos tienen importancia.
Identifique cuáles son los más importantes para usted; ordene todos esos factores tangibles e intangibles, otórgueles un valor relativo y así habrá definido sus preferencias laborales ideales. Esta base será clave para fijar su objetivo.
Ocúpese en hacer la mejor evaluación posible y, si lo considera pertinente, involucre a su familia o a personas que lo conozcan para fijar esa meta profesional. Luego diseñe cuidadosamente una estrategia para cumplir el propósito, siga los pasos que planeó y, quizá, muy pronto esté en su trabajo ideal.
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