Al ingresar a una empresa un aspecto que los aspirantes y posteriores colaboradores suelen pasar por alto, es el que corresponde a los riesgos laborales. Si bien una obligación que tienen los empleadores es garantizar la afiliación a ARL, se debe tener presente lo que es un riesgo laboral. De acuerdo a la NCH18000, del Sistema de Gestión de Riesgos, es “la combinación de la probabilidad de que ocurra un daño y la gravedad de las consecuencias que produzca” en la ocurrencia de un accidente o una enfermedad en el trabajo que puedan llegar a poner en riesgo la salud y estabilidad tanto física como psicológica de los trabajadores.
A continuación te contamos los tipos de riesgos laborales que puede tener un colaborador al ingresar a una compañía, ya que de acuerdo con Gina García, abogada laboralista y especialista en seguridad y salud en el trabajo, se pueden clasificar por el nivel de exposición y también por los factores:
- Riesgos físicos:
Son los causados por contactos térmicos extremos, exposición a radiación solar, exposición a temperaturas extremas, iluminación, radiación ionizante, ruido, temperatura ambiente, vibraciones y presiones atmosféricas anormales.
- Riesgos Químicos:
Estos riesgos laborales están producidos por agentes químicos no controlados y por el medio ambiente.
- Riesgos biológicos:
El riesgo biológico es aquel que surge de la exposición laboral a contaminantes biológicos (microorganismos que puedan causar daños al trabajador), y accidentes causados por seres vivos (animales e insectos).
- Riesgos mecánicos:
En este, está contemplado el uso de herramientas que puede causar un accidente en el trabajador quien las manipula, atrapamiento en instalaciones, atrapamiento por o entre objetos, atrapamiento por vuelco de máquinas o cargas, atropello de golpe con vehículo, caída de personas al mismo nivel, trabajo en alturas, caída manipulación de objetos, espacios confinados, choque contra objetos inmóviles, choque contra objetos móviles, choques de objetos desprendidos, contactos eléctricos directos, contactos eléctricos indirectos, desplome derrumbamiento, superficies irregulares, manejo de explosivos, manejo de productos inflamables, proyección de partículas.
Asimismo, punzamiento de extremidades inferiores, inmersión de líquidos o material particulado y manejo de herramientas cortopunzantes.
- Riesgos ergonómicos:
Se derivan de posiciones y posturas poco adecuadas, sobreesfuerzos, manipulación de cargas, calidad de aire interior (Niveles de concentración de dióxido de carbono (CO2) en oficinas superiores a 1000 ppm genera molestias y cansancio), posiciones forzadas, puesto de trabajo con pantalla de visualización de datos, confort térmico (calor producido por el cuerpo) y movimientos repetitivos.
- Riesgos psicosociales:
Estos riesgos vienen ocasionados por factores como turnos rotativos, trabajo nocturno, trabajo a presión, alta responsabilidad, sobrecarga mental, minuciosidad de la tarea, trabajo monótono, inestabilidad en el empleo, déficit en la comunicación, inadecuada supervisión, relaciones interpersonales inadecuadas o deterioradas, desmotivación, desarraigo familiar, agresión o maltrato, trato con clientes y usuario, amenaza delincuencial e inestabilidad emocional
- Riesgos ambientales:
Estos son los únicos que no podemos controlar, ya que son la posibilidad de que se produzca una catástrofe por una acción humana o por un fenómeno natural.
Una vez identificados los riesgos se de verificar su posible eliminación , sustitución, control de ingeniería, control administrativo y/o la utilización de equipos y elementos de protección personal.
Al conocer la tipología de los riesgos laborales a los que se puede enfrentar un colaborador, te contamos cuáles son los que más se presentan en entornos laborales presenciales y remotos:
Con respecto a los accidentes laborales, los que más se presentan son accidentes de tránsito, atrapamiento de extremidades en maquinarias, que puede generar golpes, cortadas y amputaciones de miembros superiores o inferiores. Además, caídas, de altura o a nivel, que pueden generar traumatismos. Y si hablamos de enfermedades, las más comunes en Colombia son el síndrome del túnel del carpo, lumbago no especificado y la hipoacusia neurosensorial bilateral (pérdida paulatina de la audición).
Con la realización de labores de manera remota, los riesgos ergonómicos son los más comunes. Debido a las malas posturas se puede presentar dolor de cuello, tensión en el hombro, tenosinovitis del antebrazo, síndrome del túnel carpiano y síndrome de Quervain. Cabe destacar que también hay riesgo psicosocial, ya que las labores de manera remota pueden desencadenar en muchos casos estrés o depresión.
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