Lograr un balance entre lo que se quiere y se hace es posible. Si aplicas esto en el trabajo es mucho mejor, pues este es uno de los aspectos que más influye en la vida de las personas. Ser feliz en el ámbito laboral puede llevarte a sentirte satisfecho y tranquilo con tu vida.
La apuesta de los empleadores y empresas está en ofrecer a sus trabajadores algo más que dinero, por ejemplo, la tranquilidad y el respaldo que requieren para que sus metas estén cada vez más cerca y les permitan escalar en sus objetivos.
Por eso es muy importante que las empresas cuenten con un equipo que mantenga una actitud positiva, y que trabaje en conjunto para resolver los problemas. Muchas veces las personas se sienten mal por proyectos que nunca pudieron lograr, y con los años esto se puede ver representado en su energía vital.
"Si tienes pensamientos negativos, eres pesimista, crees que no te va a ir bien, si siempre ves el lado negativo de las cosas, difícilmente lograrás tus objetivos. Encuentra en todas las circunstancias aspectos positivos, busca las soluciones y no te enfoques en el problema”, aconsejó Jairo Pinilla, director de Performia.
Recuerda que sin importar el estrato social, sexo o edad puedes alcanzar tus objetivos y ser verdaderamente feliz si te lo propones.
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“Al final lo que esperan de nosotros es que seamos felices mientras somos más productivos, la gente nos da trabajo para que produzcamos, pero las organizaciones y los gerentes se han dado cuenta de que hay una correlación directamente proporcional en el compromiso de la gente, el bienestar que sienten en sus centros de trabajo, el sentido de propósito y pertenencia a través de sentirse validados y felices. Si tienes trabajadores felices eso significa mayor producción y retorno de las inversiones“, agregó Ismael Cala, estratega de vida y desarrollo humano y conferencista internacional.
Para ser más felices en el trabajo hay que estar alineado a la carrera y para ello hay tres puntos para evaluar, de acuerdo con el coach laboral Cesar Escobar.
“Lo principal es ver cuántas de las metas del inicio de año se han cumplido, cuántos de esos logros fueron laborales y no involucraban dinero directamente, es decir, cuáles te ayudaron a desarrollarte laboralmente, no a ganar más plata o tener mejor posición. El segundo punto es definir tus 10 valores innegociables y cada vez que vas en contra de ellos, así te darás cuenta si tu nivel de satisfacción personal se ve disminuido. El último punto es ver si lo que estás haciendo hace que pierdas la noción del tiempo, a la vez que desarrollas la actividad con altísima destreza; si no te sucede en el trabajo, es hora de preocuparse”, indicó Escobar.
Recibir una felicitación o premio por los objetivos logrados es construir en el desarrollo de nuevas metas. “Las personas buscan un espacio de desarrollo y liderazgo donde se permita el debate, las cosas sean más motivacionales y se sientan escuchadas. Es muy poco lo que se necesita para hacer feliz a alguien, basta con decirle ‘gracias, valoramos su esfuerzo y aporte al equipo’. Es más que el salario, es darle emoción a la retribución monetaria de su trabajo”, puntualizó Cala.
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