En un mundo altamente competido ya no basta el pregrado, ni los cursos cortos que ni siquiera se deben reseñar en la hoja de vida. Hay que buscar especializaciones ?ojalá en el exterior- dominar por lo menos un idioma adicional y desarrollar habilidades de liderazgo.
Las organizaciones han identificado que la única forma de mejorar los niveles de eficiencia y productividad es haciendo una selección apropiada de su capital humano. Y una de las formas es identificando las competencias. Una persona que se ha preparado en el exterior tiene una visión distinta del mundo y eso puede resultar clave para el desempeño de un cargo gerencial o administrativo.
La actualización permanente es clave. De hecho la mayoría de las universidades tienen posgrados integrales que ayudan a los profesionales a estar a tono con los cambios del mundo contemporáneo, afirma Mónica Bernal, docente universitaria y experta en selección de talento humano.
Un directivo es más competitivo cuando reúne por lo menos las siguientes características: es proactivo, tiene iniciativa, actúa por sí mismo, se compromete y mantiene los compromisos, sabe escuchar y no le hace trampas a la ética.
Estos hábitos fueron identificados por Stephen Covey en la gente altamente efectiva y con el transcurso del tiempo se han ido ampliando. Por ejemplo es importante la flexibilidad al cambio, la disciplina y la persistencia. Un gerente moderno trabaja con el criterio de pensamiento estratégico y, sobre todo, motiva a su equipo de trabajo.
Transformaciones necesarias
Según Isel Valle León, los cambios que hoy se generan en el entorno empresarial, caracterizados por la globalización de la economía y la continua introducción de la nuevas tecnologías en los procesos de producción y administración en las organizaciones, han provocado a su vez ajustes en las estructuras al interior de las mismas, existiendo la tendencia al aplanamiento de estructuras y a la constante evolución de los puestos de trabajo, lo cual hace difícil mantener la estabilidad de los mismos.
Y agrega: esta nueva realidad ha modificado el contrato entre las organizaciones y sus miembros, basándose ahora en el desarrollo profesional de los primeros y en la búsqueda, por parte de los segundos, de nuevas formas para potenciar al máximo las competencias de su personal.
Para dar respuesta a este gran reto - afirma- muchas empresas han optado por la aplicación de un sistema de competencias laborales como una alternativa para impulsar la formación y la educación en una dirección que logre un mejor equilibrio entre las necesidades de las organizaciones y sus miembros.
Es importante reunir otras características que son tenidas en cuenta por las organizaciones tales como: vivir permanentemente al tanto de lo que sucede en el mundo. Con la globalización y los avances tecnológicos las fronteras de los negocios han desaparecido.
Saber utilizar la información. Atrás quedó el adagio que hizo carrera quien tiene la información, tiene el poder. Ahora la información está al alcance de todo el mundo y lo importante es disponer apropiadamente de ella.
Estar a la vanguardia en los desarrollos tecnológicos. No se necesita ser un experto, pero quien sabe manejar la tecnología está en mejores condiciones de desempeñar sus funciones. Hay personas que a pesar de ser competentes y disponer de atributos propios del líder, se vuelven ineficientes por carecer de conocimientos asociados a la tecnología.
Y por supuesto no pueden faltar los conocimientos sobre finanzas, marketing y logística, pues si bien en la empresa habrá expertos en la materia, estos son temas que ningún dire...
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