Ahorrar en el presente para asegurar el futuro es una tendencia que ha tomado fuerza en los últimos días. La idea de mantener el nivel de vida alcanzado en la etapa productiva luego del retiro ronda la cabeza de la mayoría de trabajadores, quienes en busca de un mejor mañana optan por alternativas de inversión que garanticen una rentabilidad a mediano o largo plazo.
Este es el caso de Patricia González, una ingeniera de sistemas que invierte mensualmente tres millones de pesos en su fondo de pensiones voluntarias. Para ella, esta alternativa es una forma fácil y rentable de conservar el capital. "Cada mes me realizan el descuento por nómina y sé que es dinero con el que no cuento", aseguró.
Al igual que Patricia, varios trabajadores se interesan por destinar recursos para aumentar el monto de la pensión, adelantar la edad de jubilación o cumplir objetivos puntuales.
En este sentido, un informe de la Superintendencia Financiera reveló que en noviembre del año pasado las administradoras de pensiones voluntarias contaban con cerca de 450 mil afiliados y manejaban recursos por 6,7 billones de pesos.
El esquema de aportes adicionales surge como una alternativa de inversión para complementar el dinero que recibe una persona por la jubilación obligatoria.
Sin embargo, a diferencia de los regímenes tradicionales como el de ahorro individual y prima media, el afiliado al sistema voluntario puede disponer en cualquier momento del capital depositado en su cuenta y destinarlo para lo que quiera.
Además, el trabajador tiene la posibilidad de elegir cuánto quiere invertir y con qué periodicidad efectúa sus aportes.
"El objetivo de las pensiones voluntarias es incentivar el ahorro, entonces cualquier cantidad que se consigne se convierte en un beneficio", aseguró José Manuel Amaya, experto en la materia.
Bajo este contexto, la flexibilidad que ofrece el sistema impulsa a empleados e independientes a entrar en una administradora de inversión voluntaria.
De hecho, no existen requisitos específicos para acceder a este tipo de ahorro. "Cualquier persona que busque una alternativa de inversión rentable y manejada por expertos puede pertenecer a un fondo", comentó Santiago García, especialista en pensiones voluntarias.
Para abrir una cuenta de pensiones voluntarias el interesado debe diligenciar un formulario, presentar los documentos requeridos (copia de la cédula y certificado de la procedencia lícita de los recursos) y depositar la primera cuota. Cabe anotar que los aportes se pueden hacer a través de una consignación, transacciones electrónicas o por descuento de nómina.
Múltiples ventajas
Además de incrementar el monto de la pensión o adelantar la edad de jubilación, los inscritos en una administradora de ahorro voluntario pueden disminuir su retención en la fuente, porque los recursos depositados en los fondos no son considerados como ingreso de renta.
En otras palabras, este sistema le permite a los afiliados reducir el pago de obligaciones tributarias y ahorrar al mismo tiempo.
"Hay un beneficio importante, porque los aportes, hasta por un 30 por ciento del total de los ingresos laborales, son exentos de impuestos", comentó Luis Fernando Alarcón, presidente de Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías (Asofondos).
No obstante, el especialista resaltó que para obtener esta ventaja los aportes deben permanecer como mínimo cinco años en un fondo voluntario y ser el resultado de una remuneración laboral. "Es posible aportar dinero que no provenga del sal...
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