Escrito por: María Claudia Méndez, gerente de Recursos Humanos en IBM Colombia
Empresas han desarrollado acciones para aumentar la cantidad de empleadas mujeres o garantizar una mayor participación laboral femenina .
Ampliación de licencias por maternidad, horarios flexibles, guarderías cerca del lugar de trabajo e incluso políticas y campañas para que las mujeres tengan acceso a las mismas condiciones que los hombres o, al menos sus necesidades sean atendidas, son algunas de las medidas tomadas por las compañías.
? ¿Acaso estas empresas estarán haciendo todo esto por el motivo correcto?
? ¿Será que el desarrollo de programas de integración de la mujer está pensado para atender la creciente presión social, como una acción ?políticamente correcta??
? ¿Están mirando los objetivos de negocio, contando con una visión femenina para manejar desafíos cada vez más complejos?
Creo que muchas se encuadran dentro del primer caso, tomando el remedio correcto por el motivo equivocado.
Atraer al público femenino a diversas funciones empresariales a partir del entendimiento de sus aspiraciones y a veces sus condiciones especiales no debe ser un ?favor? sino una respuesta a las demandas del negocio.
Las mujeres tienen una percepción detallada, que resulta fundamental para el análisis del negocio y de las alternativas; su creatividad, pasión y compromiso son características esenciales para cualquier grupo profesional.
También aportan simplicidad para tratar temas complejos, además de otros atributos que hacen que el ambiente de trabajo sea rico y diverso.
Sí, necesitamos el pragmatismo masculino y varias habilidades que vienen en su ?hardware?, su capacidad física de trabajo, por ejemplo.
Pero lo que las empresas realmente requieren es un ambiente heterogéneo que cuente con lo mejor de cada uno, aportando diversos puntos de vista en la conducción de los caminos de la empresa, sin distinción de género, religión, color o equipo favorito de fútbol.
En mi ?empresa? familiar tengo dos grandes ?recursos?: un inquieto niño de dos años y uno de cinco. Dos universos diferentes, pero sin duda complementarios.
Espero que mucho antes de que ambos ingresen al mercado laboral, ya haya más empresas que entiendan las diferencias entre los seres humanos, apoyen y se adapten a las mismas, no tomándolo como un favor, sino entendiendo que ese ?remedio? de la integración y la diversidad tiene el potencial de cambiar realmente la sociedad.
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