*Por Jorge Aguilera
Quienes nos dedicamos a detectar los problemas de comunicación que afectan la productividad y la competitividad de las organizaciones nos hemos encontrado con que más allá de problemas relacionados con las estructuras administrativas, el acceso a la tecnología o las distancias físicas, los principales problemas de comunicación que están afectando las organizaciones colombianas se encuentran en un deficiente estilo de liderazgo.
Sin embargo no es un factor sorpresivo si se tiene en cuenta el poco interés que ha despertado en la mayoría de centros de formación empresarial el desarrollo de líderes en las empresas de nuestro país.
Ello incluso se hace evidente a la hora de revisar la formación que sobre comunicación se imparte en las facultades de administración.
Por qué pensar en sus habilidades comunicativas?
Una buena propuesta comunicativa es el recurso fundamental para convertirse en líder, o por decirlo menos, uno de los principales ingredientes.
Sin embargo, en un liderazgo naciente no dejan de presentarse ciertos síndromes que pueden echar al cesto de la basura las intenciones productivas de una organización.
Estudiosos como Eric Flamholtz, en su documento EL JUEGO INTERNO DEL MANAGEMENT y Robert Gilbreat en ESCAPE DEL INFIERNO ADMINISTRATIVO, proponen entre otros:
Síndrome del pigmeo
La característica típica que señala a este tipo de líder es el profundo temor que le provocan los subalternos más creativos o más preparados que él.
Considera que aquella persona ?inquieta? en el equipo es una amenaza a su autoridad por ello busca minar su afán creativo o simplemente eliminarlos del grupo.
Este tipo de síndrome genera equipos de muy bajo rendimiento y autoestima, fácilmente controlables, con rendimientos mediocres y pobrísimos procesos de innovación.
Síndrome de hammurabi
Su ejercicio típico es frenar los procesos comunicativos de la organización mediante el establecimiento de complejos procedimientos de autorizaciones, memos, planillas, manuales de procedimiento ( de allí su relación con el ?Código de Hammurabi?), formatos de control y en general un gran nivel de papeleo inútil que hace de la comunicación un proceso lento, e improductivo.
No sobra decir que tal estrategia olvida los procesos de adaptación y la flexibilidad que necesita una organización de hoy para responder a las cambiantes necesidades del mercado.
Síndrome del gamonal o de Napoleón.
Es el caso más reactivo de liderazgo, quien lo padece se fundamenta en la intimidación como mecanismo para liderar.
Característico de líderes descuidados y de bajo perfil, se identifica a través de sus prácticas comunicativas más típicas como lo son las amenazas verbales, las humillaciones públicas y la violencia verbal o incluso física.
Esta tendencia a controlar a sus subordinados amenazándolos con castigos o gritos con calificativos peyorativos no hace otra cosa que romper la confianza y los puentes de comunicación honesta entre el líder y el equipo.
Síndrome del padrino
Quienes trabajamos en procesos de auditoría de comunicaciones identificamos a este tipo de líder porque construye estructuras altamente politizadas donde no se selecciona por capacidad productiva sino de acuerdo a determinado rango de lealtad y sumisión al ?padrino?.
Este tipo de líder otorga y quita recompensas para controlar y buscar que sus subordinados reconozcan su superioridad, ...
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