Escrito por: Miguel Pérez García, presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Servicios Temporales.
Después de tantas tensiones generadas por el conflicto con Ecuador, por todos conocido, en el que se involucraron países como Venezuela y Nicaragua en una encerrona hacia el Presidente de Colombia, el apretón de manos de la reconciliación en la Cumbre de Río, en República Dominicana, produjo, como era de esperarse, un gran alivio.
Además despertó nuevamente el optimismo frente al normal desenvolvimiento de las relaciones comerciales entre países vecinos y el incremento de las mismas durante el 2008.
Desestabilizaciones como éstas, que desafortunadamente producen incertidumbre en los empresarios y replanteamientos en los diferentes procesos productivos, se presentan con más periodicidad de lo que parece ante situaciones de diversa índole por razones económicas, políticas, sociales o de fenómenos naturales, que alteran la normalidad de las relaciones comerciales.
Volviendo el entorno económico variable y dinámico, repercutiendo esta circunstancia en el mundo del trabajo, exigiéndose como respuesta a esta realidad una movilidad del trabajador y una flexibilización de las relaciones laborales para responder adecuadamente a las cambiantes situaciones de los mercados.
Lo anterior unido al avasallante desarrollo tecnológico que está incidiendo en la forma de trabajar y en la misma ubicación del empleado, ha conducido a que de tiempo atrás vayan surgiendo diferentes modalidades.
Esto paralelamente con lo tradicional, buscan dar respuesta adecuada al nuevo entorno socioeconómico y cultural, estando unas ya reguladas en los ordenamientos jurídicos y otras abriéndose paso para adquirir carta de naturaleza.
Entre las formas novedosas tenemos el llamado teletrabajo, en el cual las redes telemáticas constituyen el eje principal para esta modalidad, que permite que el trabajador desde una sede diferente a la de la empresa que lo contrata pueda desarrollar con normalidad y eficiencia su labor desde su domicilio.
Que se acondiciona para este efecto, o en centros periféricos de la empresa o de terceros que cuentan con la infraestructura necesaria para adelantar actividades especialmente relacionadas con áreas como:
? La contabilidad
? El diseño
? La revisión de textos
Se dan alternativas variadas como el llamado trabajo a domicilio, que a diferencia del teletrabajo si tiene regulación legal en nuestro medio y que al igual que éste se caracteriza porque el trabajador realiza su labor desde su propio domicilio o un lugar diferente a la sede de su empleador.
La empresa que contrata debe proporcionar los elementos de trabajo y el ambiente adecuado para el mismo, diferenciándose en que aquí lo característico no es la utilización de las nuevas tecnologías de la información sino líneas de producción tradicionales que facilitan el desplazamiento, la cercanía del sitio de trabajo, y que inciden en mejoras de la calidad de vida del trabajador.
Otro mecanismo que se ha venido consolidando en la búsqueda de respuestas prontas, a tiempo y flexibles a las exigencias de los sobresaltos económicos, es el servicio temporal como mecanismo que permite la colaboración limitada en el tiempo en las actividades que desarrollan los usuarios, por reemplazos que requieran de personal o por incrementos en las ventas, los servicios o la producción, entre otros factores.
Colaboración que se da mediante el envío de unos <>
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