En el mundo, la tendencia del comercio electrónico ha tenido un crecimiento notable y algo que fortalece esta premisa es que cada vez sea más necesario que tanto pymes como empresas de diferentes sectores abran su tienda electrónica para adentrarse a una nueva era de consumo digital.
De acuerdo con la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), en este año, el total de ventas en línea superó los $12 billones durante el primer trimestre, lo que representó un crecimiento del 47% frente al mismo periodo del 2021.
Un punto que cabe destacar es que por medio del comercio electrónico, las organizaciones han logrado visibilizar mucho más sus marcas, llegar a cualquier país, comunicarse con sus clientes de forma más personalizada, optimizar sus estrategias de mercadeo y aumentar sus ventas.
No obstante, el crecimiento de esta modalidad de crecimiento económico, ha generado mayor competitividad en internet, y algo que puede suceder es que las malas prácticas puedan determinar que tan bien le va o no a una marca, y del mismo modo, saber si los usuarios terminan la transacción o abandonan el proceso.
Con base en un estudio realizado por Rocketfy, startup colombiana que ha impulsado el comercio en línea en Latinoamérica, el pago contra entrega se convirtió en una solución requerida para llegar a aumentar las ventas entre un 10 a un 15%, y que se prevé esta cifra puede seguir en aumento en lo que resta del año.
Y es que los comercios electrónicos siguen representando una gran oportunidad para miles de empresas y personas en toda Latinoamérica. Por esa razón, durante este periodo de reactivación es importante que sigan generando una mayor confianza en los consumidores a través de buenas prácticas y las herramientas nuevas que entran a dar un valor agregado en el mercado.
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