13 de noviembre de 2015
“Los empresarios, con un pensamiento generalizado, tienen el imaginario de que las personas con discapacidad son ‘enfermas’ o ‘incapaces’ y las estigmatizan negándoles la oportunidad de desempeñarse, de acuerdo con sus capacidades en igualdad de condiciones”, critica Ricardo Becerra Sáenz, diseñador industrial y usuario de silla de ruedas.
Ricardo hace parte de los 2,9 millones de colombianos con discapacidad (6,4% de la población nacional) que sufren las barreras físicas y culturales de la sociedad y el entorno laboral.
Según el Dane, del 52,3% que está en etapa productiva, solo el 15,5% tiene algún trabajo y el 2,5% recibe un salario mínimo.
Frente a esta situación, Jaime Sarmiento, gerente general del Centro Comercial Gran Estación Esfera, lugar en el que se emplean personas con discapacidad, argumenta que hasta ahora “estamos despertando hacia una cultura de inclusión”.
Se trata, entonces, de desmontar los mitos e imaginarios que tiene la sociedad sobre la actuación de las personas con discapacidad.
“Erróneamente, somos objetos de asistencialismo en vez de sujetos de derechos. Falta un trato digno y respetuoso, más allá de rótulos y estigmas; hay una deficiencia de facilitadores que garanticen la accesibilidad y la comunicación incluyente en los entornos laborales y productivos. Existe la falsa creencia de que somos un ‘estorbo’ o ‘carga laboral’”, dice Becerra.
Programas incluyentes
Según Sarmiento, solo tiene que brindarse un empleo, porque son personas perfectamente capaces de trabajar. “Hay ejemplos reales de trabajadores con algún tipo de discapacidad que tienen un mejor desempeño que las personas sin discapacidad”, afirma.
En el proceso de selección no debe haber ningún tipo de discriminación y se debe realizar de la misma forma que el de una persona sin discapacidad. De acuerdo con el cargo, se define el perfil y sus capacidades.
La Fundación Saldarriaga Concha, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Sena y la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia crearon el ‘Pacto de Productividad’, un programa que busca sensibilizar a los empresarios sobre las posibilidades y beneficios de contratar a personas con discapacidad. Actualmente, 142 empresas como Bancolombia, Corona, Bavaria y Éxito han incorporado a estos trabajadores.
Soraya Montoya, directora ejecutiva de la Fundación, afirma que Colombia debe tener cada vez más personas bien formadas que puedan acceder al mercado laboral. “La población con discapacidad merece entrar por las capacidades que posee. Ellas deben convertirse en un proyecto de desarrollo laboral para las empresas”, reitera.
“Cuando un empresario adelanta un proceso adecuado de inclusión laboral, no sólo se convence de que dio un aporte importante a la productividad de su empresa y a su país, sino que dio la oportunidad de mejorar la calidad de vida a una familia colombiana”, enfatiza Alejandra León, directora del Pacto.
Viviana Ceballos
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