Según los resultados de la consulta, la principal manifestación de esta enfermedad al interior de las empresas es la desorganización, seguida por conflicto entre compañeros, bajo rendimiento, incumplimiento de tareas y ausencias constantes.
Las respuestas de los empleados también demuestran que se ven afectados por retrasos ocasionados de otras áreas o personas (45,3 por ciento), presiones para finalizar actividades (44,1 por ciento) y cantidad desmedida de trabajo (43 por ciento).
Así mismo, colaboración insuficiente de jefe y colegas, falta de reconocimiento por parte de superiores, inestabilidad laboral, instalaciones peligrosas o inadecuadas y acoso de otros trabajadores son las raíces del estrés laboral.
Respecto a la responsabilidad de manejar y combatir el problema, el 91,9 por ciento de los participantes consideró que es tanto de empleados como de las compañías.
Finalmente, María José Lozano, gerente de Cuenta de elempleo.com, anotó que si los trabajadores no satisfacen las necesidades organizacionales por causa del estrés es probable que la imagen corporativa y competitividad de la empresa también se vean afectadas.
Prevenir es mejor que lamentar
A través del documento ?La organización del trabajo y el estrés?, la Organización Mundial de la Salud (OMS) brinda las siguientes recomendaciones para que tanto empresas como empleados hagan frente a los riesgos de esta enfermedad laboral:
? Prácticas y estructura institucional clara. Es importante acceder a información suficiente sobre la finalidad y los procesos de la compañía.
? Selección, capacitación y perspectivas profesionales adecuadas. Tiene que existir correspondencia entre las exigencias del puesto de trabajo y las competencias, conocimientos y capacidades de quien lo ocupa. En este sentido, los candidatos a un cargo deben ser evaluados en función de los requisitos del mismo y, de ser necesario, la compañía tendrá que ofrecer la capacitación pertinente.
? Descripción del cargo. Cuanto más claros sean objetivos, política, estrategia y medición del rendimiento al interior de una empresa mayor será la capacidad para canalizar esfuerzos en pro de un desempeño óptimo.
? Comunicación. Es recomendable mantener un diálogo fluido, comprensible y abierto entre directivos y empleados.
? Entorno social. Se propone un grado razonable de socialización y trabajo en equipo.
Si tomar estas precauciones resulta insuficiente y el estrés persiste es aconsejable hacer ejercicio, mejorar las condiciones físicas de trabajo, incentivar una cultura de desempeño basada en el apoyo y asistir a cursos de relajación, gestión del tiempo o reafirmación personal.
Alba Liliana Acevedo Díaz
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