11 de abril de 2016
Imagine que el próximo viernes está en su lugar de trabajo, son las cuatro de la tarde y se está preparando para descansar el fin de semana. De pronto, suena el teléfono, contesta y al otro lado de la línea le informan que debe reunirse de inmediato con Recursos Humanos. Pocos minutos después, le comunican su despido, debe entregar su puesto, dejar sus labores y salir de la compañía.
Muchos han vivido esa experiencia o han visto cómo funciona ese método de despidos en distintas empresas. Sus consecuencias han llevado a que se evalúe la forma en la que se hace un despido y aunque la ley no obliga a que estos se anuncien, sí se recomienda cambiar la práctica para evitar reclamaciones.
La estrategia llamada despectivamente por algunos ‘Black Friday’ o ‘viernes negro’ está siendo revaluada porque afecta la vida de los empleados y el ambiente laboral. El miedo de contestar el teléfono un viernes en la tarde o de ser el siguiente en la lista de despidos afecta la calidad de vida y la comodidad en el desarrollo de las labores.
No obstante, algunas empresas justifican estas acciones bajo tres razones principales: la primera, el empleado saliente tendrá el descanso obligado de dos días el fin de semana y podrá estar cerca de su familia para buscar apoyo.
Camilo Vásquez, gerente de Vásquez Kennedy Career Success, asegura que el segundo motivo por lo que se hace un despido un viernes en la tarde es por seguridad de la empresa. “El empleador quiere proteger la seguridad de sus bienes, recursos e información despidiendo súbitamente al empleado para no darle ninguna oportunidad de reacción y para que no ‘contamine’ a los demás trabajadores con sus opiniones y emociones”.
Al despedir a una persona no se conoce la reacción que tendrá y algunas empresas optan por hacerlo así para que los demás empleados no vean lo que sucedió y no tomen represarías. “Una persona, aunque le haya servido bien por muchos años, al ser despedida puede volverse vengativa y destructora. Las empresas más evolucionadas en la gestión humana saben que al otro lado de la balanza está la reputación interna de la empresa y la confianza de la gente en sus directivos. Actuar de esa forma envía un mensaje que pesa más que las palabras y puede ser muy difícil transformar después”, agrega Vásquez.
El tercer motivo principal para despedir al personal los viernes es evitar enfrentarse al malestar del empleado saliente el día siguiente.
Al margen de estas razones, también existe la posibilidad de que se haga así para tener una facilidad en la liquidación y porque existen empresas que operan comercialmente por objetivos asignados semanalmente, ‘de esta manera se evita dejar inconcluso el objetivo de esa semana y el empleado no tendrá pendientes futuros”, afirma Vásquez.
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