A propósito del Día Internacional de los Pueblos Indígenas

 

 

A pesar de representar el 8,5% de la población total en América Latina y el Caribe, los pueblos indígenas son invisibles en la región. Este fue uno de los principales hallazgos de la OIT en su último informe sobre los pueblos indígenas en América Latina .

 

El estudio se propuso examinar los niveles de cobertura de los sistemas de protección social entre los pueblos indígenas y tribales, que abarcan un total de 55 millones de hombres y mujeres indígenas. Para ello, se tomó como referencia las encuestas de hogares de 18 países de la región, y se constató la rotunda invisibilidad estadística de la que son objeto estos pueblos.

 

Solo ocho países, entre ellos Colombia y 3 países andinos más (Bolivia, Ecuador y Perú), cuentan con información étnica de las personas encuestadas. Al no estar representadas en las estadísticas oficiales, es más difícil avanzar en materia de igualdad de las personas indígenas y diseñar políticas públicas específicas para garantizar que accedan a condiciones de vida digna. Esta falencia es una muestra de que los pueblos indígenas no reciben un trato igualitario, en una región con la mayor cantidad de ratificaciones del Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169). 

 

El Convenio 169 representa el compromiso contraído por trabajadores, empleadores y gobiernos de 24 países del mundo para promover los derechos de estos pueblos, y recalca los principios de igualdad, consulta, diálogo, participación y cooperación para que ellos planteen sus prioridades de desarrollo y estas se vean reflejadas en las decisiones de política pública.

 

El Convenio, único tratado legalmente vinculante sobre pueblos indígenas que sigue abierto a la ratificación, ha desempeñado un papel significativo en la creación y adaptación de la legislación y las políticas, y el empoderamiento de los pueblos indígenas en todo el mundo, desde hace más de 30 años.

 

Sin embargo, todavía persisten brechas importantes, no solo en materia de visibilidad estadística, sino también en el acceso a oportunidades de trabajo decente y a la cobertura efectiva de la protección social.

 

De acuerdo a los datos analizados de los países que sí presentan información específica sobre las personas indígenas, se concluyó que estas tienden a estar autoempleadas y a dedicarse a trabajos familiares no remunerados en mucho mayor proporción que el resto de la población. Además, cuando acceden a empleos remunerados, sus ingresos suelen estar por debajo de los de las personas no indígenas, quienes perciben ingresos aproximadamente tres veces mayores.

 

Esto, sumado a la sobrerrepresentación de las mujeres y hombres indígenas en la economía informal, expone a estas personas a niveles muy altos de desprotección y reduce considerablemente su posibilidad de estar cubiertas por los sistemas de protección social.

 

De hecho, el estudio pone en evidencia que los pueblos indígenas de la región son aportantes y pensionistas en menor proporción que los no indígenas, y tienen menor acceso a los sistemas de salud. Además, en los países analizados, las personas indígenas dependen más de los sistemas de ayuda social que los hombres y mujeres no indígenas.

 

La conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas representa una oportunidad para reflexionar sobre la persistencia de estas brechas y acelerar acciones concretas para ubicar a los pueblos indígenas en el centro de un desarrollo inclusivo y sostenible.

En línea con el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169) y con la Estrategia para la acción relativa a los pueblos indígenas y tribales , la OIT hace un llamado a analizar los obstáculos que les impiden a estos pueblos acceder a la protección social, y a garantizar su consulta y participación en los procesos de diseño y aplicación de las prestaciones y programas en esta materia, con el objetivo de asegurar mejores condiciones de vida, sin dejar a nadie atrás.

 

 

Contenido: Organización Internacional Del Trabajo, OIT