Negociar el salario es un paso crucial a la hora de buscar trabajo y primero debes identificar cuándo es el mejor momento para abordarlo, cómo prepararte y qué factores debes considerar para lograr una conversación efectiva y beneficiosa.
Hablar de dinero puede parecer incómodo, pero es una parte esencial del proceso de contratación. Saber cómo y cuándo discutir tus expectativas salariales te permitirá asegurar un acuerdo justo y evitar errores que podrían afectar las posibilidades de ser contratado.
A continuación, te explicamos lo que debes tener en cuenta antes de tocar este tema en una entrevista de trabajo.
Evita hablar de salario en la primera entrevista
Aunque es comprensible que el salario sea un factor determinante para aceptar un trabajo, no es recomendable abordarlo en la etapa inicial del proceso. La primera entrevista está pensada para conocer tu perfil, evaluar tus habilidades y determinar si encajas con el cargo y la empresa.
Lo ideal es esperar hasta la segunda o tercera entrevista, cuando haya mayor interés por parte del empleador. En ese punto, ya habrás demostrado tu valor y será más apropiado plantear tus expectativas económicas.
Sé estratégico al negociar y deja espacio para la flexibilidad
Cuando llegue el momento adecuado para hablar de dinero, evita dar una cifra exacta. En su lugar, ofrece un rango salarial basado en una investigación previa del mercado laboral, tu experiencia y habilidades.
Puedes consultar plataformas de trabajo, encuestas salariales y hablar con colegas del sector para establecer una expectativa realista. De esta manera, proyectarás una actitud profesional, abierta al diálogo y enfocada en llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes.
Además, recuerda que una negociación salarial efectiva también incluye conocer los beneficios adicionales que ofrece la empresa como: bonos por desempeño, crecimiento profesional, bienestar laboral, entre otros.
Muestra tu valor sin exagerar y mantén la honestidad
Enfócate en resaltar logros concretos, habilidades clave y aportes anteriores que puedan justificar tu aspiración salarial. Esto demuestra que no solo buscas una buena compensación, sino que también estás comprometido a generar valor para la empresa.
Por otro lado, evita inflar cifras de trabajos pasados o mencionar falsas ofertas laborales como estrategia para presionar una mejor remuneración. La honestidad y la transparencia son fundamentales para construir una buena relación desde el inicio.
Antes de aceptar cualquier oferta, asegúrate de recibirla por escrito y de analizar todos los aspectos del paquete laboral, más allá del salario.
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