Los datos incluidos en la hoja de vida (que van desde la fecha de nacimiento hasta los estudios y trabajos desempeñados), las entrevistas con la sicóloga, las pruebas sicotécnicas, las visitas domiciliarias y la cita cara a cara con el futuro jefe, no son suficientes para llegar al cargo aspirado.
En el escenario de la selección de personal se viene imponiendo en Colombia un artilugio, que en algunos juzgados de Estados Unidos, Israel y Japón, sirve como prueba judicial: es el polígrafo, que no es otra cosa que el detector de mentiras.
No se trata de una práctica novedosa, sino más bien una herramienta cada día más utilizada por empresas de distintos sectores de la economía para establecer el grado de confiabilidad de su personal, sobre todo en actividades financieras, mineras, de seguridad y logística, entre otras.
?El detector de mentiras es un instrumento adicional al proceso de selección y en los últimos años ha tomado fuerza en Colombia?, afirma la sicóloga experta en recursos humanos y docente universitaria, Sara Sandoval.
El polígrafo, cuyo origen se remonta a 1869 cuando Auguste Chaveau y Étienne Jules Marey desarrollaron el primer cardiógrafo capaz de medir los ritmos cardíacos, detecta inconsistencias y falsedades que muchas veces los expertos en selección no alcanzan a percibir.
Pruebas de rigor
En el caso del preempleo, advierte un directivo de la Internacional Polygraph Service, con sede en Colombia, el detector verifica la confiabilidad del personal próximo a contratarse mediante la validación de aspectos de seguridad importantes para la existencia de una empresa.
La máquina es capaz de detectar si el aspirante al cargo ha tenido vinculación con personas al margen de la ley, intenciones de infiltración y comisión de delitos graves en trabajos anteriores.
Si una persona ha robado y se postula para cajero en un banco o en una empresa del sector real, lo más lógico es que entre el protocolo de preguntas figure si ha hurtado.
Si el sujeto miente, el polígrafo mostrará a través de las variables que miden el intento de engaño y la información será entregada, exclusivamente, a la parte interesada, quien decidirá si la contrata o no.
Aunque existen quienes afirman que el detector no es totalmente fiable y se puede engañar, los defensores aseguran que los resultados tienen un alto grado de certeza, toda vez que se basa en dos ciencias: la sicología y la fisiología.
Las variables
Para llegar a los resultados el polígrafo utiliza cuatro variables: la presión sanguínea, la resistencia galvánica de la piel, las frecuencias respiratoria y cardiaca
?El detector de mentiras es un instrumento de gran sensibilidad y precisión, capaz de registrar de forma continua en un gráfico las variaciones fisiológicas que se producen en el organismo de un individuo estimulado psicológicamente mediante determinadas preguntas?, afirma César Eugenio Linares, experto en el tema.
Aunque cada empresa, dependiendo su interés construye el protocólogo de preguntas, la persona examinada siempre conocerá por anticipado los interrogantes y se conviene que no habrá un cuestionamiento sorpresa.
?Uno siempre siente temor y nerviosismo porque queda expuesto a las conclusiones de una máquina, y uno no sabe si los resultados van a concordar con la realidad que uno afirma?, señala Andrea Navarrete, una joven de 23 años que como condición para ingresar al puesto de cajera en una compañía de valores debió pasar por el polígrafo.
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