.jpg "Consulta popular para la reforma laboral")
El anuncio del presidente Gustavo Petro, sobre la realización de una consulta popular para definir el rumbo de las reformas propuestas por su gobierno, ha generado diversas reacciones.
La decisión se tomó después de que 8 de 14 senadores de la Comisión Séptima pidieron el archivo de la iniciativa con lo que prácticamente estaría hundida.
“Que sea el pueblo el que decida”, dijo el presidente en una alocución rodeado de carteles con mensajes a favor de las reformas.
Una de las voces que se sumó con firme respaldo fue la del ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, quien demostró este mecanismo como una vía legítima y democrática para que la población se pronuncie directamente sobre sus derechos.
Desde el Ministerio del Trabajo se ha acogido con total disposición el llamado presidencial, enfatizando la importancia de que sean las ciudadanas y los ciudadanos quienes, a través de las urnas, definan el destino de los cambios estructurales que impulsa el Gobierno.
Sanguino reiteró que la propuesta de reforma laboral tiene como objetivo central restituir garantías para las y los trabajadores, al tiempo que se combate la alta informalidad que persiste en el mercado nacional.
Entre los puntos clave de la iniciativa se encuentran:
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El restablecimiento de recargos por jornadas nocturnas.
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Dominicales y festivos.
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La creación de condiciones más equitativas para las mujeres en el ámbito laboral.
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Una mayor regulación del empleo en el país.
Sin embargo, el avance de la propuesta ha encontrado obstáculos en el Congreso. El titular de la cartera laboral criticó con dureza la decisión de ocho senadores de la Comisión Séptima, quienes optaron por apoyar una ponencia negativa frente al proyecto.
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