Despedir varias personas a la vez es doloroso para empleados y organizaciones. Casi siempre, es una decisión que se debe tomar por necesidad, que amerita cuidado.
Las empresas hacen recorte de su personal porque tienen razones que lo justifican. Y analizan muy bien quiénes son los funcionarios que se quedan y quiénes se van.
Trabajadores con bajo rendimiento, poco productivos y con cuestionable calidad en su labor son aquellos que pueden ser el blanco fácil para las empresas en caso de un recorte de personal. Si bien ser un buen trabajador puede ser un salvavidas, no es una total garantía para conservar su empleo. Pero sí ayuda.
Dagoberto Baquero, asesor jurídico de Cotelco Capítulo Bogotá – Cundinamarca, dice que “casi siempre lo primero que se tiene en cuenta es evitar la duplicidad de funciones. Por lo general, es el jefe inmediato el que tiene la oportunidad de decidir quiénes son los llamados a un recorte de personal”.
Según Baquero, otro aspecto que tienen en cuenta las empresas para el retiro sin justa causa de sus trabajadores es el desempeño de funciones, las necesidades que se tengan en la empresa y no se deja de lado cuánto vale la indemnización de cada trabajador, buscando siempre economía para la compañía.
Por lo general las empresas contratan a consultores externos para que analicen y evalúen, sobre todo, la cantidad de personas existentes por área de la compañía versus la productividad, eficiencia y eficacia. Entonces, en esos estudios encuentran que, por ejemplo, en un área en la que hay 10 personas se produce lo que hacen cinco. De modo que a la empresa le “sobra” la mitad de personas en ese sector.
Los consultores presentan sus conclusiones y, posteriormente, socializan los resultados con los gerentes y/o dueños de la compañía con el fin de que estos últimos tomen las decisiones finales y, si es el caso, recortar su personal y reducir gastos.
Acto seguido se le comunica al responsable de cada área de la empresa y se le dice que de su equipo de trabajo debe prescindir de los servicios de determinado número de trabajadores.
El jefe, entonces, tiene la potestad de elegir quiénes se van. Esta decisión la toma a partir de detallar las evaluaciones del desempeño, responsabilidad, compromiso y actitud de sus funcionarios.
De igual manera, se mira qué tan indispensable es el área o el trabajador para las necesidades y objetivos que tiene la organización.
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